Colaboración de Juan Carlos Sapienza, Bachiller 1965.
Un 26 de diciembre de 1869, en una humilde vivienda de Saint Andreé -les -Lille, pequeña localidad en los suburbios de la ciudad francesa de Lila, nace Luis Alejandro HEITMANN. Era hijo de padre protestante, dinamarqués, y de madre nacida en el Flandes católico.
De niño fue débil y enfermizo. Un día, sin imaginar que rumbo tendría su vida, el destino lo cruza con un sacerdote que buscaba almas para el “alumnado”. Esta escuela era el hogar vocacional Asuncionista y estaba destinada exclusivamente a la educación eclesiástica de los niños que no podían costearse sus estudios. La Congregación de los Asuncionistas había sido fundada en 1850 por el Padre Manuel D´ALZON, que murió en 1880, después de haber luchado mucho contra las persecuciones religiosas.
El 24 de Octubre de 1888 Luis Alejandro HEITMANN hizo sus votos perpetuos en la ciudad de Poitiers recibiendo de manos del Obispo de Angouléme la tonsura y las primeras órdenes menores. Es allí donde Luis Alejandro adopta el nombre de Hermano Román.
En la navidad de 1900 junto al Padre José MAUBON parte desde Francia con destino a Chile ,donde los Asuncionistas hacía diez años, realizaban su labor apostólica.
Después de 7 años de permanencia en Chile, parte hacia Buenos Aires con la misión de fundar la Asunción en la Argentina. Se establece con los Padres del Santísimo Sacramento en la localidad de Santos Lugares.
Poco tiempo antes habían llegado a la Ciudad de Buenos Aires las Hermanas de la Asunción, quienes se alojaban en una vieja casona de la calle Chacabuco 462 donada a la Congregación por el Dr. Martín JACOBE. Todas las mañanas, el Padre Román concurría a oficiar misa y ayudar a las hermanas a evangelizar a algunos niños.
Las hermanas tenían, además, la piadosa misión de cuidar enfermos. Como esa peregrinación diaria desde Santos Lugares se le hacía muy penosa, vivió en varios conventillos de Buenos Aires hasta recalar en una humilde piecita del barrio de Caballito. Todas sus pertenencias iban en una valija ; con esos escasos recursos, comenzó a dar forma a su misión.
El Obispo Auxiliar de La Plata, Monseñor Francisco ALBERTI, le ofreció una capilla en construcción en Santos Lugares. La capilla era de zinc y madera. La acepta, Román, en nombre de la Congregación Asuncionista. Con el tiempo, esa humilde capilla se transformaría en la actual Basílica de Lourdes.
En 1913 se establece en el Bajo Belgrano, un inhospitalario rincón de Buenos Aires; allí, según el Padre Román: “la población a evangelizar es un conglomerado híbrido de todas las nacionalidades del globo, sin fe, sin instrucción, sin preocupaciones espirituales y la mayoría de la gente vive de las carreras“
Se instaló en la iglesia ”De La Merced” construida en la década de 1910 por el padre Sebastián MONTEVERDE (de la Inmaculada Concepción) sobre un terreno cedido al efecto en 1904 por la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires. Contigua a la iglesia había una escuela-asilo sobre la calle Migueletes entre Echeverría y Juramento. La condición impuesta por el municipio era que el terreno se dedicara a escuela y si bien es cierto que sirvió al principio para vivienda de la comunidad, con el tiempo se transformó en el Colegio Manuel D ‘ALZON.
El 24 de Septiembre de 1914, tras un año de espera, Monseñor ESPINOSA publica el decreto que permite al padre Román tomar posesión de la hermosa iglesia, en carácter de párroco. La demora se debió a que la Sra. Mercedes CASTELLANOS de ANCHORENA, donante de la obra, estaba en Europa y deseaba estar presente en la inauguración. Tal era el estado deplorable en que se encontraba el Bajo Belgrano que muchos sacerdotes se preguntaban cuál sería el crimen cometido por Román para merecer semejante castigo.
El 9 de Septiembre de 1915, reunidos en la Casa Parroquial, los padres Asuncionistas proyectaron la creación de una escuela en el local anexo a la iglesia, sobre la calle Migueletes. El 20 de Septiembre de 1915, el R.P. Román eleva a las autoridades del Honorable Consejo Escolar del Distrito 15 una nota en la que expresaba:
“De acuerdo con lo determinado por el Art. 7mo. del reglamento solicito a ese Honorable Consejo el permiso necesario para instalar una escuela elemental de acuerdo en todo a las disposiciones que rigen al respecto.
La instrucción oficial será dada por un maestro normal. Dicha escuela se instalará, una vez conseguido el permiso, en la calle Migueletes.
Saludo al Señor Presidente con mi más distinguida consideración R.P. Román HEITMANN”
Nace así el 18 de marzo de 1916 el “Colegio Manuel D’ALZON“, en memoria del fundador de la Orden Asuncionista. Un colegio pobre, sin pupitres ni escritorios, con alumnos que a veces escribían hincados en el suelo, pero donde siempre reinaba el orden y el aseo. Su primer director fue Don Miguel VILAR de MATOSES ejerciendo su labor durante cuatro años.Lo sucede, en 1920 la Sra. Nicolina UGO de CAFORIO, quien fue directora durante más de 3 décadas, hasta 1954.
Regresando a los primeros años de la Parroquia De La Merced, el padre Francisco BLACHERE, como teniente cura de la misma, da impulso a la llamada “academia” o escuela nocturna para adultos con un club deportivo anexo. El objetivo era atraer y mantener cerca de la iglesia a los alumnos del D’ALZON; era el año 1928.
Inspiradora de esa escuela nocturna de enseñanza elemental y cristiana para los habitantes del Bajo Belgrano, fue la Señorita Rosa Mendez ALSOLA, una ex alumna de la Academia Santa Teresita. Por su prédica, muchos habitantes del bajo fueron bautizados, regularizaron sus matrimonios y aprendieron a rezar.
El Padre Román contó para el desarrollo de la academia con el apoyo del Jockey Club de Buenos Aires, que le otorgó un subsidio anual y elementos de estudios que se entregaban gratuitamente.
La “Academia San Martín” , tal era su denominación, era gratuita; los alumnos eran en su mayoría peones y vareadores de los stud, quienes muchas veces se enredaban en feroces peleas y había que llamar a la policía para sosegarlos.
Con la evangelización, estas reyertas fueron cediendo a punto tal que los más reacios a rezar terminaron entrando a la iglesia para oír las “palabritas del Padre”. Como dato ilustrativo del avance cultural alcanzado por los alumnos, acotemos que el cartel que originariamente estaba colocado en la puerta de la Dirección y que decía: “Sea educado, sáquese el sombrero”, fue retirado.
Grandes colaboradores de aquellos años fueron jóvenes que en ese entonces tenían entre 15 y 17 años. Podemos nombrar, entre otros, al Dr. Alberto PERDOMO, hijo de un cuidador de caballos, Avelino RIOS, Luis E. COLOMBO, Amador ULLOA, Cesar CAGLIOLO, Norberto LABRAGA, sin olvidar la destacable y benemérita obra de don Tristán BAENA, quién dedicó buena parte de su vida a la academia, y al posterior Instituto, siendo su rector durante muchos años.
En la Academia se enseñaba castellano, matemáticas y religión. En 1945, el Jockey Club donó las primeras aulas de material, incorporándose a la enseñanza contabilidad, caligrafía, educación política, dactilografía, inglés, geografía, historia y taquigrafía, en jornadas nocturnas y para adultos. Se recibía el título contable de Tenedor de Libros, titulo muy valorado en la época.
El 9 de Agosto de 1932, se funda el Club San Román, institución que, con el tiempo, logró tener una gran importancia en la actividad deportiva del barrio, a la vez que sirvió como hogar para los habitantes del mismo; su lema era “todos los socios del Club San Román deben saber ganar y perder”. Se practicaba en forma activa y competitiva Basket-Ball, Billar, Foot-ball, Pelota a paleta Ping Pong y Rugby. Además se realizaban campeonatos de Ajedrez, Damas, Dominó y Truco. (los nombres de los deportes están escritos de la forma en que se utilizaban en la época)
El 9 de Agosto de 1933, festejando el día de San Román, el Sr. Tristán Baena pronuncia unas palabras donde informa que se bautiza a la Academia con su nuevo nombre de Escuela Comercial San Román y además menciona el proyecto “de una futura escuela secundaria”( sic ), propuesta que encara finalmente junto al párroco R.P. Gabriel KEARNEY.
Es también el R.P.KEARNEY quién en una sencilla pero emotiva ceremonia , colocó en el pecho de Tristán BAENA la medalla y entregó el diploma de la “Orden al Mérito Pro Eclesia et Pontífice”, honor que se dispensa a los insignes bienhechores de la Iglesia Católica otorgada en la ocasión por Su Santidad el Papa Pio Xll.
En 1955 nació el “Instituto San Román” de enseñanza secundaria, adscripto a la enseñanza oficial, con un curso matutino de enseñanza comercial, en la calle Migueletes 2039, en el edificio dejado por el Colegio D’ ALZON. Se inscribieron 31 alumnos. En ese año 1955, sin el aporte estatal, los profesores trabajaron sin cobrar sueldo.
El primer rector y motor del desarrollo académico, espiritual y edilicio del Instituto, fue don Tristán BAENA, quién conservo su cargo hasta fines del año 1979.
La aceptación de la modalidad del instituto, caracterizado por la disciplina, su organización, la presentación de sus alumnos con uniforme y el bajo costo de la matrícula (en muchos casos sin pagar nada) motivó que se pidiera a las autoridades educacionales nacionales la apertura de una sección Bachillerato, acción que se concretó en 1958, con 46 alumnos.
En el año 1957 “surgió” la figura de don Cesar Ambrosio TOGNONI, destacada personalidad del mundo económico y político del país, quién al frente de su Fundación derrochó generosidad , haciendo posibles diversas y costosas obras. Aportó, en ese año, la suma de 40.000 pesos.
El 21 de septiembre de 1958 se coloca la piedra fundamental de las obras de ampliación del Instituto San Román que permitirían el desarrollo de las tareas educativas especialmente el bachillerato completo. Para posibilitar dichas obras , la Fundación Tognoni ofreció un aporte inicial de 800.000 m$n. El presupuesto se elevaba a una suma muy superior, contemplando la construcción de cinco aulas, un gabinete de física y un laboratorio de química con cuarenta y cinco asientos. El total de las obras representaban 560 metros cubiertos,
En 1978 se inaugura una biblioteca que llevará su nombre “Dr. Cesar Ambrosio TOGNONI”
En 1979 el Instituto San Román cumplió sus bodas de Plata. Estaba al frente del rectorado Don Tristán BAENA y en la oportunidad una de las primeras profesoras, la Sra. Antonia CAPUTO de GALLICCHIO , nuestra emblemática profesora de literatura, escribió el “ Deo Gratias” , un excelente trabajo literario que consta de 14 agradecimientos y que comenzaba : “Deo Gratias por mi colegio San Román, que cumple 25 años de existencia”…y expresaba en su último agradecimiento…..“ y gracias, mi Dios, por permitirme después de veinticinco años seguir leyendo en los ojos de mis alumnos, porque esos ojos adolescentes, a pesar de todas las alienaciones, de todo el avance técnico, de todos los extravíos del mundo, no han aprendido a mentir”.
En ese mismo año se cumple el propósito de Baena: inaugurar el Gimnasio Cubierto sobre la calle Juramento, que era una de sus obras más soñadas. Por las circunstancias económicas del país, tuvo que dejar de lado la gran obra de “el ateneo” que había proyectado junto a sus colaboradores, en especial con nuestro ex compañero Toti CROSTA y contentarse solo con el actual gimnasio, para luego jubilarse y retirarse del colegio.
El padre Román falleció en la calle Echeverría 1395 de la Ciudad de Buenos Aires el día 6 de Diciembre de 1941 a las 21.15 hs. , está sepultado en la galería de la Basílica de Santos Lugares.
Don Tristán BAENA falleció en el Policlínico Bancario de la Ciudad de Buenos Aires el día 4 de Octubre de 1994 a las 07.50 hs., está sepultado en el partido de Pilar, Pcia. de Buenos Aires.